Políticos de Estados Unidos logran histórico acuerdo económico para enfrentar la pandemia del Coronavirus
Se han conocido varios elementos de la propuesta, como US$ 250.000 millones reservados para pagos directos a individuos y familias, US$ 350.000 millones en préstamos para pequeñas empresas, US$ 250.000 millones en beneficios de seguro de desempleo y US$ 500.000 millones en préstamos para empresas en dificultades.
New York. Agencias. Líderes de la Casa Blanca y el Senado de los Estados Unidos lograron un acuerdo sobre el histórico paquete de US$ 2 billones para ayudar a la economía y a millones de estadounidenses que se ven afectados por la pandemia del coronavirus. La decisión se tomó tras días de maratónicas negociaciones que dieron como resultado una de las medidas más costosas y de mayor alcance en la historia del Congreso.
“Señoras y señores, hemos terminado”, dijo el director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Eric Ueland, justo antes de la 1 de la madrugada, luego de abandonar la oficina del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, después de negociaciones que duraron días enteros desde el viernes.
El senador republicano McConnell aseguró que las medidas acordadas “integran ideas de ambos partidos y ofrece un gran proceso”. La resolución implica US$ 2 billones para impulsar la economía y estabilizar los mercados para combatir la crisis monetaria que enfrenta el mundo ante el coronavirus.
McConnell anunció formalmente el acuerdo en el Senado, diciendo: “por fin, tenemos un acuerdo. Después de días de intensas discusiones, el senado ha llegado a un acuerdo bipartidista sobre un paquete de ayuda histórica para esta pandemia”.
El proyecto de ley de estímulo también tiene una disposición que impediría al presidente Donald Trump y su familia, así como a otros altos funcionarios del gobierno y miembros del Congreso, obtener préstamos o inversiones de los programas del Tesoro en el plan de estímulo, según la oficina del líder de la minoría Chuck Schumer.
El paquete, si es aprobado en el Congreso, sería la acción legislativa más importante tomada para abordar la crisis del COVID-19 que se intensifica rápidamente, abruma a los hospitales y frena gran parte de la economía.
Schumer lo llamó “el paquete de rescate más grande en la historia de Estados Unidos“, y agregó que “este no es un momento de celebración, sino de necesidad”.
Impulsar la economía para estabilizar los mercados
“Esta legislación se necesita con urgencia para impulsar la economía y estabilizar los mercados financieros para superar un período difícil y desafiante en la economía que nos enfrenta en este momento”, dijo Larry Kudlow, asesor económico del presidente Donald Trump.
Según el plan que se estaba negociando, las personas que ganan US$ 75.000 en ingresos brutos ajustados o menos obtendrían pagos directos de US$ 1.200 cada uno, mientras que parejas casadas que ganan hasta US$ 150.000 recibirán US$ 2.400, y US$ 500 adicionales por cada hijo. El pago se reduciría según los ingresos, reduciéndose por completo en ingresos de US$ 99.000 para solteros y de US$ 198.000 para parejas sin hijos.
Hubo un intenso debate partidista sobre la propuesta de US$ 500.000 millones para otorgar préstamos a empresas en dificultades, con US$ 50.000 millones en préstamos para compañías aéreas de pasajeros.
Los demócratas sostuvieron que no había suficiente supervisión sobre cómo se distribuiría el dinero, pero la administración Trump acordó una junta de supervisión y la creación de un puesto de inspector general para vigilar cómo se gasta el dinero.
Los negociadores también discutieron la posibilidad de proporcionar cuatro meses de beneficios de desempleo, que se extienden a los trabajadores por cuenta propia.
Además, el proyecto de ley garantizaría que la Administración de Pequeñas Empresas podría servir como garante de préstamos de hasta US$ 10.000 millones a pequeñas empresas para garantizar que puedan mantener sus nóminas y pagar sus deudas.
Junto con esto, el proyecto de ley proporcionaría una gran cantidad de fondos para los hospitales más afectados: US$ 130.000 millones, así como US$ 150.000 millones para los gobiernos estatales y locales que tienen problemas económicos.