La Violencia Doméstica
No tiene género, ni sexo, ni religión y está presente en toda cultura y normativa social humana
Más de una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres han sufrido violación, violencia física y/o acoso por parte de su pareja a lo largo de su vida en los Estados Unidos*
New York. Jean Carlos Osorio, LCSW-CDBT/Terapeuta licenciado clínico.
La violencia doméstica se presenta cuando la pareja (o ex pareja) usa el abuso físico, emocional, sexual y/o financiero, como están clasificados las clases de abusos.
Este crimen afecta a millones de personas sin importar la edad, estatus económico, raza, estatus migratorio u orientación sexual. Las víctimas suelen sentir miedo, sentimientos de dependencia y/o de inseguridad, al igual que los niños.
Los abusadores pueden tratar de aislar a la víctima, separándola de su familia y amigos. El abuso aumenta de intensidad mediante una dependencia económica forzada, llegando a la privación de alimentos, medicinas y el mismo sueño.
Estas tácticas están diseñadas para controlar y limitar el medio ambiente de la víctima, así como su acceso a una red social, para que el abusador pueda controlarlo. Estas formas de abuso ocurren también al nivel de la sociedad, en el caso de los recursos comunitarios que no reconocen el problema o que culpan a la víctima.
Otro ejemplo es cuando el abusador usa el estatus migratorio de la víctima para amenazar y silenciar a su víctima.Tipos de violencia más comunes
Violencia Emocional/Verbal Psicológica. Comienza con insultos y aumenta de intensidad con comentarios humillantes, amenazas y culpando a la víctima. Es de las violencias más comunes y camufladas, y también de las más consentidas socialmente. El abuso emocional afecta gravemente la autoestima, al amor propio y a la validación de las emociones reales.
El comportamiento del abusador es errático e impredecible. Él, o ella, puede emitir mensajes confusos o contradictorios. Por ejemplo, el abusador puede alegar que nunca dijo algo que la víctima asegura haber oído. El abuso emocional siempre acompaña al ataque físico y en muchos casos lo precede.
Violencia Física. Se refiere a todo acto físico que lastima a la víctima (pareja, niños, padres ancianos, hermanos, u otros familiares o personas que vivan en la misma casa). Comienza con jalones, empujones o golpes a la víctima y aumenta de intensidad hasta llegar a lastimar, a romper huesos, causar lesiones internas y, en peor de los casos, con la muerte accidental o el asesinato.
Violencia Sexual. Comienza con comentarios sexuales degradantes y manoseos contra la voluntad de la víctima. Al aumentar de intensidad, a menudo la víctima es forzada a tener relaciones sexuales durante las cuales resultará lastimada.
Si no se interviene, el abuso sexual puede llevar a la violación y al asesinato. El abusador se cree con el derecho de poseer a la víctima para satisfacer sus deseos sexuales. Violencia Social/Ambiental: Comienza en condiciones sociales que refuerzan la conducta del abusador, como los roles sociales y culturales, que termina viendo a las mujeres como objetos y aceptando la glorificación de la violencia.
Ciclo de la Violencia Doméstica
– Tensión. El abusador utiliza la ira excesiva (cólera), comportamiento pasivo-agresivo, intimidaciones, miradas amenazantes para causar en su víctima la ansiedad y miedo que causan intimidación.
La víctima desarrolla la ansiedad debido a la tensión causada por el comportamiento del agresor. La víctima siente que hay un riesgo de que esto salga mal, se genera la preocupación constante, empiezan los esfuerzos en vano para eliminar la tensión, el temor, la paralización emocional, las dudas y el miedo a hacer o decir algo que aumente la tensión en el agresor.
- Agresión. El abusador empieza a comportarse de una manera agresiva tanto verbal, psicológica, física, sexual, económica y/o utiliza cualquier manera para intimidar y causar miedo en su víctima.
El agresor, por medio de comportamientos y/o palabras agresivas, genera en su víctima ira y vergüenza, que sumados crean un desbalance emocional pues termina creyendo que el comportamiento del agresor es su culpa y responsabilidad.
La víctima adopta la ira y vergüenza como refugio emocional y termina sintiéndose humillado (a), triste, con sentimiento de injusticia, miedo, dudas y resentimientos con el agresor.
- Justificación. El abusador se exculpa con excusas y explicaciones y aduce razones externas a sus intenciones, a la vez que culpa a la víctima de ser la causante de su comportamiento aduciendo falta de comprensión.
La víctima se siente con desesperanza y se responsabiliza y culpa por la situación que genera la violencia. La víctima quiere creer y comprender las justificaciones del agresor y hasta piensa que “ojalá pudiera ayudarlo a cambiar”.
La víctima hace todo lo posible para que el agresor se sienta mejor, y se repite: “Me adaptaré a él, dudo de mis percepciones. También se pregunta: “¿Es realmente una agresión? Finalmente se siente responsable y desaparece la ira.
- Recolección. El abusador hace de todo para ser perdonado, pide ayuda, habla de terapia de pareja, quiere comprar el perdón u olvido de la víctima por medio de cenas, regalos caros, vacaciones y promesas vacías. Muchos hasta amenazan con el suicidio: “Si no me perdonas o si me dejas, me mato”.
La víctima al ver el “cambio” repentino del agresor empieza a esperanzarse de que el agresor va a cambiar, opta por creer en sus esfuerzos y da reiteradas oportunidades, lo ayuda, redescubre a la persona que ama y hasta cambia su manera de ser, pensar y comportarse a cambio del arrepentimiento del agresor.
Identifiqué si está o estuvo en una relación abusiva o violenta
El abusador manifiesta su agresividad y violencia de muchas maneras, aunque algunos son expertos en esconder sus comportamientos agresivos para ganar la confianza de la víctima.
El abusador le vigila demasiado (posesivo/controlador y celoso), pero lo justifica diciendo que es por amor; le humilla con frecuencia, le hace pasar vergüenzas delante de otros o en sitios públicos
- Destruye o amenaza con destruir sus pertenencias o cosas de valor sentimental.
- Amenaza con lastimar a sus familiares, amigos o mascotas.
- Le trata con brusquedad y siente que le lastima y asusta.
- Le obliga a tener actos sexuales de determinada manera o en ciertos momentos que son incómodos o desagradables para usted.
- Le echa la culpa de todo a usted, o a otros; se enoja de una manera que a usted le asusta.
- Se burla o minimiza sus temores o preocupaciones sobre la relación.
- Cuestionar sus sentimientos, pensamientos y comportamientos hasta obligar a la víctima a modificar su personalidad y ser más sumiso y pasivo.
La educación a temprana edad sigue siendo la mejor manera de evitar la violencia interfamiliar, social y doméstica.
*Asociación Americana de Psiquiatría (APA- por sus siglas en Inglés).