Trastornos de salud mental comunes en la infancia
El 7.1 por ciento de los niños de tres a 17 años (unos 4.4 millones) han sido diagnosticados con ansiedad
El 3.2 por ciento de los niños de tres a 17 años (unos 1.9 millones) han sido diagnosticados con depresión.
New York. (Guardiola Pharmacy). Los trastornos de salud mental en los niños generalmente se definen como retrasos o interrupciones en el desarrollo, del pensamiento, los comportamientos, las habilidades sociales o la regulación de las emociones adecuados para su edad.
Estos trastornos pueden angustiar a los niños y afectar su capacidad para desempeñarse bien en el hogar, en la escuela o en otras situaciones sociales.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el 7.1 por ciento de los niños de tres a 17 años (aproximadamente 4.4 millones) han sido diagnosticados con ansiedad, mientras que el 3.2 por ciento de los niños de tres a 17 años (aproximadamente 1.9 millones) han sido diagnosticados con depresión.
La Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés) informa que uno de cada cinco adolescentes entre 13 y 18 años experimentará al menos un “trastorno mental severo” durante su vida, al igual que aproximadamente el 13 por ciento de los niños entre las edades de cinco y 15 años.
Ansiedad: Los trastornos de ansiedad en los niños son miedos, preocupaciones o ansiedad persistentes que interrumpen su capacidad para participar en el juego, la escuela o situaciones sociales típicas apropiadas para su edad. Los diagnósticos incluyen ansiedad social, ansiedad generalizada y trastornos obsesivo-compulsivos.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): Los síntomas del TDAH incluyen falta de atención (no poder mantener la concentración), hiperactividad (exceso de movimiento que no se ajusta al entorno) e impulsividad (acciones precipitadas que ocurren en el momento sin pensar).
Depresión: La depresión afecta negativamente cómo se siente, piensa y actúa una persona. Provoca sentimientos de tristeza y / o pérdida de interés en las actividades. Puede provocar una variedad de problemas emocionales y físicos y puede disminuir la capacidad de desempeño de una persona.
Trastornos de la alimentación: Los trastornos alimentarios se caracterizan por alteraciones graves y persistentes en los comportamientos alimentarios y pensamientos y emociones angustiantes asociados.
Pueden ser afecciones muy graves que afecten la función física, psicológica y social. Los tipos de trastornos alimentarios incluyen anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón, trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos, otros trastornos específicos de la alimentación, pica y mericismo.
Trastorno obsesivo compulsivo (TOC): El TOC es un trastorno en el que las personas tienen pensamientos, ideas o sensaciones (obsesiones) no deseadas y recurrentes que las impulsan a hacer algo repetitivamente (compulsiones).
Los comportamientos repetitivos, como lavarse las manos, revisar las cosas o limpiar, pueden interferir significativamente con las actividades diarias y las interacciones sociales de una persona.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Las personas que hayan experimentado o presenciado un evento traumático como un desastre natural, un accidente grave, un acto terrorista, una amenaza de muerte, violencia sexual o lesiones graves pueden padecer de TEPT.
Las personas con TEPT tienen pensamientos y sentimientos intensos y perturbadores relacionados con su experiencia que se prolongan mucho después de que el evento traumático ha terminado. Pueden revivir el evento a través de recuerdos o pesadillas; pueden sentir tristeza, miedo o enojo; y pueden sentirse desapegados o alejados de otras personas.
Señales de advertencia generales de los trastornos mentales
Si el comportamiento de un niño es peligroso, o si un niño habla de querer hacerse daño a sí mismo o a otra persona, busque ayuda de inmediato. Los signos y síntomas a tener en cuenta incluyen:
• Tristeza persistente durante dos o más semanas.
• Abandonar o evitar interacciones sociales.
• Autolesionarse o hablar de autolesionarse.
• Hablar de muerte o suicidio.
• Irritabilidad extrema o arrebatos emocionales.
• Cambios drásticos en el estado de ánimo, el comportamiento o la personalidad.
• Cambios en los hábitos alimenticios.
• Pérdida de peso.
• Dificultad para dormir.
• Dificultad para concentrarse.
• Cambios en el rendimiento académico.
• Evitar o faltar a la escuela.
• Tienen rabietas frecuentes o están sumamente irritables la mayor parte del tiempo.
• A menudo hablan de sus miedos o preocupaciones
• Se quejan de dolor de estómago o dolores de cabeza frecuentes sin causa médica conocida.
• Están en constante movimiento y no pueden quedarse quietos (excepto cuando miran videos o juegan videojuegos).
• Duermen demasiado o muy poco, tienen pesadillas frecuentes o parecen que tienen sueño durante el día.
• No están interesados en jugar con otros niños o tienen dificultad para hacer amigos.
• Repiten sus acciones o verifican las cosas muchas veces por miedo a que algo malo pueda suceder.
Los niños mayores y los adolescentes pierden el interés en las cosas que solían disfrutar, tienen poca energía, duermen demasiado o muy poco, o parecen tener sueño durante todo el día.