Ofrecen en la Roosevelt carnet OSHA ‘sin hacer el curso’, que es delito federal, cárcel y deportación a sus portadores
Prolifera la venta de carnets OSHA “sin necesidad de hacer los cursos”, requisito federal para poder trabajar en la construcción en Estados Unidos.
Cientos y cientos de potenciales trabajadores entrarían a una obra sin los conocimientos básicos de seguridad OSHA exigidos para poder entrar a una obra en Nueva York , lo que puede traer un aumento la accidentalidad, con perdidas de vidas humanas.
New York. Mauricio Hernández. “Social, social; OSHA, OSHA…”, se escucha en la Roosevelt, un avenida que cruza Queens bajo el elevado el Tren 7, con barrios populares donde viven muchos trabajadores de la construcción.
En el sector más latino, entre la 74 y la 111, están localizados la mayor cantidad de escuelas de OSHA donde se imparten los cursos básicos para trabajar seguros en la construcción, un requisito a nivel federal.
Pero preocupa, y mucho, la aparición de algunas nuevas escuelas que se prestan para facilitar a las mafias vender tarjetas al doble del precio sin necesitar tomar los cursos; las principales víctimas son ingenuos y jovenes trabajadores latinos que están llegando ahora a la construcción, uno de los trabajos más peligroso en la industria en los Estados Unidos.
“En la Roosevelt se vende a 500 dólares cada tarjeta de OSHA 30 y 40 sin necesidad de hacer los cursos”, según nos manifestaron algunos trabajadores de escuelas del sector, donde reina la preocupación y el desconcierto.
Pero esta práctica es vieja, según pudimos comprobar hace varios años cuando comenzamos con una investigación sobre esta práctica mortal de fraude.
Varias denuncias de personas vinculadas a las escuelas apuntaron a una nueva escuela en el barrio donde se estarían expidiendo estos carnes, incluso a conciencia de que no se están tomando realmente los cursos.
Tomar los cursos recomendados por OSHA para estar seguros en la construcción es un requisito federal (a nivel mundial) porque prepara a los obreros sobre los riesgos de trabajar en construcción, en especial en una ciudad como Nueva York, donde hay casi un millón de edificios mayores de cinco pisos.
Unos 800 latinos mueren cada año en el trabajo en Estados Unidos, siendo la construcción uno de los trabajos con más riesgo y mortandad.
No olvidemos que Manhattan está edificada con la sangre de los trabajadores inmigrantes, que son los que hacen estos trabajos, porque los estadounidenses no lo quieren hacer. Y además los pagos han sido demasiado bajos para los riesgos que tienen que asumir, hasta la misma vida.
En la Roosevelt se escucha desde hace dos años la frase “Social, social; OSHA, OSHA…”, pero al parecer, todo sigue igual, o más bien peor. La expedición de los carnés está a manos de las escuelas autorizadas, que a la vez suministran tarjetas a otras escuelas del barrio. (Sus declaraciones estarán incluidas en la segunda entrega de este reportaje en la próxima edición).
Los carnés son expedidos por escuelas registradas y autorizada en la Ciudad de Nueva York para expedir estos carnets.
En la próxima edición publicaremos la segunda parte de este especial, con más detalles y pruebas y la declaración de los directores de las principales escuela de OSHA.
Es urgente una intervención oficial para frenar con esta práctica de venta de carnes sin hacer el curso en una Ciudad donde está muy regulado la seguridad en el trabajo y donde muere tanto obrero en la construcción, la mayoría no vinculado a sindicatos.
Algunos contratistas sin escrúpulos prefieren mano de obra barata y pescan entre los más necesitados, inexpertos con alto riesgo de accidentabilidad, muchos recién llegados al sector construcción provenientes del sector de restaurantes.
La pandemia y el cierre de muchos restaurantes motivó a muchos latinos a buscar un trabajo mejor remunerado, tal vez con mejor sueldo (aunque no siempre), pero inmensamente más peligroso.
Durante más de cuatro años hemos visto la trayectoria de escuelas reconocidas y su importante papel en la educación en torno a la salud y la seguridad en las obras en Nueva York. Publicaremos en el próximo número un listado de escuelas más reconocidas y de su trayectoria y transparencia.
Hacer el curso a conciencia de OSHA es un requisito fundamental para saber de los grandes peligros en las obras, donde los muertos los ponen los obreros que no tienen el respaldo de una Union (sindical), la mayoría latinos.
Las escuelas de OSHA que cambien de nombre o de sede con frecuencia no son recomendables. En pasadas investigaciones vimos a una escuela que ha cambiado cuatro veces de sede y otras tantas veces de nombre.
Han venido muchas personas pidiendo tarjetas sin necesidad de hacer los cursos? ( Los entrevistados nos pidieron el anonimato por cuestiones de seguridad).
“Si, muchos prefieren pagar hasta el doble del precio para no estudiar. Los chicos que vienen son centroamericanos y suramericanos, y muchos vienen del campo. Sin ningún conocimiento de las normativas de la construcción, como los vientos en las alturas, etc. Etc.,
“Llevar el carne de OSHA sin haber hecho el curso es un suicidio porque le pondrán trabajos pesados que requieren preparación y el obrero no está capacitado realmente para hacerlo”, añadió otro trabajador de una escuela, que también ha atendido a supuestos clientes que pedían la entrega de tarjetas sin haber hecho el curso, y con un pago por adelantado.
Los nuevos trabajadores desconocen cuáles son sus derechos y a muchos de ellos los están engañando pagándoles sueldos muy bajos para este oficio. “Es una cuestión cultural”, agrego nuestro entrevistado.
Entrar a la obra con una tarjeta OSHA, sin haber tomado los cursos, es poner en peligro la vida del trabajador y de sus compañeros.
Cientos de carnés fraudulentos expedidos.
“Más de 23 personas han venido buscando a una persona que los citó para entregarles la licencia sin haber estudiado. Como nuestro aviso de OSHA es grande, se han confundido y han venido aquí; pensamos que la escuela del fraude puede estar cerca”, nos dijo el entrevistado.
“De diciembre a abril del 2021, cuando se requirió por OSHA el curso de las 40 horas, entre 30 y 40 personas vinieron a pedir la tarjeta, sin haber realizado el curso. Cobran desde 500 dólares”, nos dijo uno de los entrevistados que también pidió el anonimato.
En la Roosevelt se ofrece la licencia sin curso descaradamente. “A mi me ofrecieron hace dos meses la tarjeta de 40 horas. Me dijeron: ‘SI paga 500 no necesita estudiar y le entregamos el carnet tres días después. Debes darle la mitad del dinero.”, dijo otro de los entrevistados.
Ellos piden los datos exactos y dicen que tienen el contacto con la escuela para carnes sin hacer el curso. Esa persona estuvo en la Junction en los meses de noviembre y diciembre pasados.
Otro testigo nos dijo que a muchos alumnos los contactaban en la equina próxima a la puerta de la escuela para ofrecerles al curso sin asistir.
“Todos los que vinieron habían pagado una parte por adelantado. “El sitio está cerca de nuestra escuela y los que han venido son jovencitos”, indicó.
Continúa….