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En Estados Unidos, el país más rico del Mundo, viven 40 millones de pobres

En Estados Unidos, el país más rico del Mundo, viven 40 millones de pobres
  • Publishedmayo 30, 2019

Los ejecutivos de las empresas ganan “300 veces más que el trabajador medio” y no hay  igualdad salarial real entre hombres y mujeres. Los republicanos manipulan el termino socialismo relacionándolo con comunismo, expresamente prohibido en la juramentación de la ciudananía de los inmigrantes.

Senador Bernie Sanders. (Photo by Mark Makela/Getty Images)

New York. Roberto Pizarro H. Bernie Sanders no tiene miedo de llamarse socialista. Su radicalidad y transparencia son entendibles. No se puede ser centrista ni confuso para enfrentar desigualdades extremas, desafiar el control de las grandes empresas sobre la vida política y frenar el calentamiento global. Sanders, a sus 77 años, es reconocido como líder por los ‘millenians’, jóvenes entre 18 y 29 años, que tienen una visión positiva del “socialismo”. Entre ellos destaca la congresista por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, de 28 años y origen puertorriqueño.

¿De qué socialismo habla Sanders? No es el de Cuba, ni es el “socialismo del Siglo XXI” de Maduro. Su socialismo es una suerte de recuperación de la tradición socialdemócrata y del New Deal del presidente Roosevelt.

Su objetivo es enfrentar el capitalismo neoliberal, que se instaló en los Estados Unidos con el gobierno de Ronald Reagan, a comienzos de los ochenta, y que ha permanecido hasta ahora, apoyado transversalmente por demócratas y republicanos.

El neoliberalismo ha ampliado las desigualdades en los Estados Unidos. Los ingresos del 1% más rico se han triplicado en las últimas cuatro décadas, controlando el 22% del total de los ingresos del país (Economic Policy Institute).

La concentración del ingreso, y de la riqueza, en el 1% de la población se explica en gran medida por las inmensas ganancias que las grandes corporaciones han logrado en las últimas décadas,  fortalecido por el estrecho vínculo de las grandes corporaciones con los partidos del establishment. Por ello, Sanders rechaza el financiamiento de las corporaciones para su campaña y en su programa se propone  terminar con la influencia en la vida política.

Sanders defendió el aumento del salario mínimo de 7,50 a 15 dólares, atención médica universal y reducción del precio de los medicamentos; la universidad pública sin costos de matrícula, derechos reproductivos de las mujeres, defensa del Medio Ambiente y protección para los inmigrantes.

Para financiar estas propuestas propone fuertes impuestos a los ricos, muy especialmente el aumento de los impuestos estatales a la herencia.

Bernie Sanders ha optado por el radicalismo, porque los cambios que hay que impulsar en los Estados Unidos exigen profundidad. Una propuesta de centro resultaría inútil y derrotista frente al populismo de derecha de Trump. Ello explica que Sanders no tenga complejos en autodenominarse socialista, aun cuando sus ideas sean claramente socialdemócratas.

Recordamos todavía el discurso de Trump sobre Venezuela, en Miami, donde atacó al “socialismo”, relacionándolo con Maduro: “Estados Unidos nunca será socialista”.

Los Comunistas no son elegibles para la ciudadanía de los EEUU. Y aquí radica la manipulación de Trump y el ‘stablishment’, en poner en el mismo plano al comunismo y al socialismo, expresamente rechazado y prohibido en la Constitución. Cuando no tienen nada que ver. La equidad social solo es una amenaza para los que acumulan la riqueza y dejan a 40 millones de personas en el olvido, la mayoría inmigrantes.

Written By
Trabajador Inmigrante

Periodismo de Educación e integración en los distritos inmigrantes de Nueva York.