La Gentrificación avanza por la línea del Tren 7: en Corona, el precio de un cuarto ya ronda los 1,000 dólares
La posible llegada de Amazon disparó la especulación inmobiliaria. Amazon desistió finalmente por la presión de los políticos locales, pero las rentas no bajaron. Los precios desorbitados en el barrio está disparando la salida de muchas familias con más de cuarenta años en el barrio hacia poblaciones de New Jersey.
New York. TINews (Editorial). La noticia de que Amazon no venía a Queens cayó como un baldado de agua en la Alcaldía y en la Gobernación, donde habían abierto par las puertas para que se instalara en el barrio Jeff Bezzos, el hombre más rico del Mundo. A él le ofrecieron subsidios fiscales por más de 3,000 millones de dólares, mientras nuestros empresarios deben cerrar sus negocios por tantas multas e impuestos, además de que los bancos tienen cerrados los créditos para las pequeñas empresas.
Amazon no tiene un solo trabajador sindicalizado y esto le generó también las críticas de algunos políticos locales. «No pueden venir a Nueva York a aplastar los derechos de los trabajadores a organizarse», dijo Van Bramer, concejal del Distrito 26, donde está Long Island.
Amazon envió grandes flyers a los residentes del sector, donde recordaba que ofrecería 25,000 nuevos puestos de trabajos. Pero los políticos locales ya conocían de las mentiras de Amazon, pues en otros estados no ha cumplido lo que ha prometido.
La comunidad fue la más afectada. Con solo el anuncio, los alquileres subieron hasta un 35 por ciento; de haber fructificado la negociación, la migración masiva hacia New Jersey se habría adelantado. Muchos latinos e inmigrantes de todo el Mundo llevan más de tres décadas viviendo en el sector, pagando impuestos y contribuyendo al crecimiento de Queens.
No es un secreto que la proyección de Manhattan en el campo urbanístico se dirige hacia Flushing. Los alquileres se han disparando hasta un 300 por ciento en solo 10 años. Amazon no vino, pero los alquileres no bajaron.
Las grandes compañías y reconocidos inversores inmobiliarios están comprando pie a pie las propiedades que conectan el estadio de los Mets con Manhattan, o mejor dicho, con Long Island City, que se ha convertido en solo seis años en la prolongación de la ciudad.
Los que consiguieron comprar hicieron un buen negocio, pero los que viven de alquiler van a tener que migrar pronto hacia New Jersey, porque ya será imposible pagar rentas de más de 1,000 dólares por un cuarto en Corona.
Por el mismo precio pueden vivir en una casa de Miami con tres habitaciones, piscina y amplio jardín para el perro. El hacinamiento bate records mundiales en Corona, pues ya alquilan hasta las bañeras y amplían los armarios para acomodar personas. Es la única forma de poder salvar dinero para enviar a la familia.
«Mientras las encuestas muestran que el 70% de los neoyorquinos apoyan nuestros planes e inversiones, varios políticos estatales y locales han dejado claro que se oponen a nuestra presencia y no trabajarán con nosotros…”dijo Amazon
El otro 30 por ciento en desacuerdo son los inmigrantes que llegaron hace cuatro décadas, pagan impuestos, y ya no soportan la especulación inmobiliaria del sector. Y mucho menos nuestros empresarios.
En Jackson Heights los inversores están comprando y modernizando varios edificios, duplicando los precios y aumentando el bullying a las personas con décadas residiendo en el sector. Entre tanto, continúa (con muchos problemas) la construcción del Target en la 82, a 80 pasos de la Roosevelt. Los empresarios vecinos comenzarán pronto a sentir los aumentos de los alquileres, en un mercado incontrolado que nos va a poner a la mayoría a vivir al otro lado del Hudson.
Somos esclavos de nuestra división. La fuerza vienen con las nuevas generaciones que han nacido en este gran país y cuentan con todos los derechos. Por ahora, la meta es brindarles oportunidades de educación para que puedan acceder a cargos públicos, eso si, que no se olviden entonces de la comunidad.