Sobrepeso y Obesidad Infantil
Uno de cada 5 niños y adolescentes se ven afectados en los Estados Unidos
Un niño es obeso cuando su Indice de Masa Corporal (IMC) es superior al 95% del que debería ser para su edad y género.
La obesidad ocurre cuando el peso de un niño sobrepasa lo que es saludable para su edad, altura y género, y obtiene de los alimentos más calorías que las que puede quemar.
New York. Ed Hosseinipour, farmacéutico clínico senior. Los factores sociales y comunitarios también son importantes: los entornos escolares y de cuidado infantil, el diseño del vecindario, el acceso a alimentos y bebidas saludables y asequibles, y el acceso a lugares seguros y convenientes para la actividad física afectan nuestra capacidad para tomar decisiones saludables.
Conozca qué pueden hacer los padres y cuidadores para ayudar a prevenir la obesidad en el hogar, cómo los sistemas de atención médica pueden ayudar a las familias a prevenir y controlar la obesidad infantil y qué estrategias pueden usar las comunidades para apoyar un estilo de vida saludable y activo para todos.
La prevalencia de la obesidad niños hispanos fue del 26,2%, del 24,8% en niños afroamericanos, del 16,6% en niños blancos europeos y del 9,0% en niños asiáticos.
Prevenir la Obesidad Infantil. Las condiciones relacionadas con la obesidad incluyen presión arterial alta, colesterol alto, diabetes tipo 2, problemas respiratorios como asma, apnea del sueño y problemas en las articulaciones.
Los adultos con obesidad tienen mayores riesgos de accidente cerebrovascular, muchos tipos de cáncer, muerte prematura y enfermedades mentales, como depresión clínica y ansiedad.
Aunque no existe una solución única para abordar la obesidad, existen muchas maneras en que los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños a mantener un peso saludable y establecer hábitos saludables para toda la vida.
14,7 millones de niños y adolescentes entre 2 y 19 años tuvieron una prevalencia de obesidad del 19.7 % de 2017 a 20201. Es mayor entre los adolescentes de 12 a 19 años (22.2%) y menor entre los niños de 2 a 5 años (12.7%)
Alimentación saludable. Adoptar patrones de alimentación saludables en familia ayuda a los niños a alcanzar y mantener un peso saludable. Comer una variedad de verduras, frutas, granos integrales, alimentos con proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa y sin grasa.
Ayude a sus hijos a obtener los nutrientes que necesitan preparando la mitad de su plato con frutas y verduras.
Reemplace las bebidas con azúcar añadida, como refrescos, bebidas de frutas y leche saborizada; beba a cambio agua, jugo 100% natural o leche baja en grasa.
Las frutas y verduras congeladas y enlatadas a menudo son menos costosas que las frescas y son buenas para usted. Busque verduras bajas en sodio o sin sal añadida envasadas y frutas en jugo 100% natural.
Moverse más en familia. Los jóvenes físicamente activos tienen músculos y huesos más fuertes, mejor condición cardiovascular y menos grasa corporal que aquellos que son inactivos.
Los niños de 3 a 5 años deben estar físicamente activos durante todo el día. Los niños de 6 a 17 años necesitan al menos 60 minutos de actividad física todos los días.
Dormir bien ayuda a prevenir la diabetes tipo 2, la obesidad, las lesiones, y los problemas de atención y comportamiento.
Establecer rutinas de sueño. Los niños que no duermen lo suficiente corren el riesgo de un aumento de peso no saludable. Los investigadores todavía están tratando de aprender cómo el sueño está relacionado con el aumento de peso. Algunas razones pueden incluir que la falta de sueño puede hacer que un niño coma más o sea menos activo físicamente debido a la falta de energía.
Los niños en edad preescolar necesitan de 11 a 13 horas de sueño por día, incluidas las siestas. Los de 6 a 12 años necesitan de 9 a 12 horas de sueño (sin interrupción) por noche, y los jóvenes de 13 a 18 años necesitan de 8 a 10 horas.
Cumplir con un horario de sueño constante, incluso en los fines de semana, puede ayudar a los niños a dormir mejor.
Reemplace el tiempo de pantalla con tiempo familiar. En los jóvenes, pasar demasiado tiempo frente a una pantalla puede provocar problemas de sueño, aumento de peso, calificaciones más bajas en la escuela y problemas de salud mental.
Apagar las pantallas una hora antes de acostarse y quitarlas de sus habitaciones puede ayudar a reducir el tiempo frente a una pantalla y mejorar el sueño.
Muchos factores pueden contribuir a la obesidad, incluido el comportamiento, la genética y la toma de ciertos medicamentos.