Biden sella la frontera
El asilo se pedirá solo desde el exterior
1,500 soldados para reforzar la frontera ante la llegada de las caravanas de migrantes al finalizar el Título 42
Se implementan nuevas medidas migratorias, como la limitación del asilo, mientras siguen devolviendo a México los que no fueron admitidos al Parole Humanitario.
Como un “plan comprensivo” de control migratorio calificaron el plan los secretarios Alejandro Mayorkas, de Seguridad Nacional (DHS), y Antony Blinken, de Estado.
Mientras tanto, el flujo de migrantes hacia la frontera suroeste aumenta dramáticamente con el fin del Título 42 (que restringía con dureza el paso de migrantes), porque creen en las caravanas que así sería «más fácil» ingresar al país.
Entre las nuevas medidas se establecerán centros de procesamiento en la región, inicialmente en Guatemala y Colombia, y se anticipa una eventual coordinación con otros países para establecer facilidades adicionales.
Al interior de estos centros, los migrantes tendrán una evaluación inicial con especialistas para ser referidos a programas de reasentamiento de refugiados y otras vías legales de llegada a los Estados Unidos.
En los centros tendrán la opción de recibir información sobre programas de asilo en la región, el ‘parole humanitario’ y la reunificación familiar.
Los centros se utilizarán para acelerar la preselección de las personas en busca de vías legales y serán implementados por organizaciones internacionales que actuarán como socios.
Los inmigrantes hablarán con especialistas, serán evaluados y, si son elegibles, serán remitidos para el reasentamiento de refugiados u otras vías legales. El DHS enviará oficiales de refugio “especialmente capacitados” a estos centros para “facilitar el procesamiento rápido de un mayor número de personas”, según Mayorkas.
El secretario del DHS adelantó que los centros tendrán capacidad de procesar a un aproximado de cinco mil a seis personas cada mes, pero esperan expandirlos más.
España y Canadá expresaron su interés de aceptar referencias desde los centros de procesamiento regional para que los migrantes también puedan acceder a sus programas de refugiados, según funcionarios estadounidenses.
“La idea es que las personas no continúen su viaje por tierra. Y brindarles en los centros una forma legal, segura y regular de entrar a Estados Unidos. Una vez que apliquen desde allí, podrán volar (al país) a través de esos centros”, agregaron.
Estos centros no estarán ubicados en embajadas o consulados estadounidenses, sino en centros existentes de socios internacionales.
“El punto aquí es aprovechar el hecho de que los socios internacionales tienen ubicaciones físicas en varios países donde están haciendo un trabajo muy importante y poder traer algunos de nuestros propios oficiales y expertos en estos centros para que las personas puedan acudir a ellos”, dijo Blinken.
Militares a la frontera Apoyarán a la Guardia fronteriza, pero no harán arrestos
No serán miembros de la Guardia Nacional sino militares en activo, que irán armados pero solo para defenderse, y no podrán detener a migrantes; apoyarán en tareas logísticas a la Patrulla Fronteriza.
New York. Agencias/NBC. Asistirán a la Patrulla Fronteriza a contener la llegada de migrantes tras el final el 11 de mayo del Título 42, según confirmó una fuente del Departamento de Seguridad Nacional.
Las tropas tendrían un papel de apoyo logístico y administrativo a la Patrulla Fronteriza y tampoco estarían capacitados para hacer arrestos, función exclusiva de los agentes de Protección Fronteriza y Aduanas.
Cubrirán en cualquier caso tareas críticas, según dichas fuentes, como el control y detección sobre el terreno, el input de datos y el apoyo en almacenes, hasta que las autoridades migratorias puedan encontrar recursos para hacerse cargo.
El Departamento de Defensa, que autorizó el despliegue, tiene a 2,500 miembros de la Guardia Nacional en la frontera ayudando a las autoridades migratorias, según la web informativa Político.
Los planes de la Administración Biden son similares al envío de más de 5,000 soldados a la frontera sur por el expresidente Donald Trump, quien los designó para papeles de apoyo a las agencias federales civiles, un papel similar al que se les piensa dar ahora.
