Abuso Infantil
¿Qué clases de abusos existen y cómo poder identificarlos? Éstas
podrían ser las claves para reducir un posible trauma en el futuro de
nuestros hijos.
New York. Jean Carlos Osorio*, terapeuta clínico. Para toda madre o padre de
familia, el mayor miedo que pueden sentir es que sus hijos hayan sido víctima de algún
tipo de abuso. Los padres pasan por el sentimiento de culpa, incertidumbre, enojo y
sed de justicia; sobre todo, la necesidad de averiguar cómo éste trauma afectará a sus
hijos el resto de sus vidas.
El abuso infantil es un daño o maltrato intencional a un niño menor de 18 años
que puede ser de muchas maneras: maltrato físico, emocional, verbal y, en el
peor de los casos, el abuso sexual.
Así lo define la Oficina de Niños (Children’s Bureau) de la Administración para Niños y
Familia (Administration for Children and Families) del Departamento de Salud y
Servicios Humanos de Estados Unidos (U.S. Department of Health and Human
Services).
En la gran mayoría de los casos, el abuso infantil es cometido por alguien que el menor
conoce y confía, como los padres, parientes, amigos de la familia, un educador,
vecinos y/o miembros de una institución donde el menor participa.
Son muchas las preguntas que hacen los padres cuando vienen a una consulta por sus
hijos, además de sentirse angustiados, tristes y sin saber cómo lidiar con la situación, o
cómo ayudar a sus hijos que han sido víctimas de abuso. Lo primero, saber qué clases
de abuso hay y cómo identificarlos.
Abuso físico. Puede implicar una supervisión inadecuada del menor y otras formas de
desprecio imprudente de la seguridad y el bienestar del menor.
Abuso emocional/mental. Es considerado como un patrón de comportamientos que
afecta el desarrollo emocional o el sentido de autoestima del menor. Esto puede incluir
críticas, amenazas o rechazos constantes, así como negar el amor, el apoyo o la
orientación.
Negligencia. Es considerada como la incapacidad de satisfacer las necesidades
básicas de supervivencia de un menor, como nutrición, ropa, refugio, higiene y atención
médica
El Abuso Sexual es considerado uno del los peores y más graves formas de abuso
infantil que incluye una actividad sexual con un menor cuyo limite de edad es de 18
años en el Estado de Nueva York. Cuando un predador se relaciona con un menor de
esta manera, está cometiendo un delito que puede tener efectos duraderos en la
víctima durante años.
El abuso sexual infantil no incluye solo el contacto físico con la víctima. El abuso infantil
implica, pero no se limitan a:
Exhibicionismo, o exponer a un menor.
Coito.
Masturbarse en presencia de un menor u obligar al menor a masturbarse.
Conversaciones obscenas, llamadas telefónicas, mensajes de texto o interacción
digital.
Producir, poseer o compartir imágenes o películas pornográficas de niños.
Sexo de cualquier tipo con un menor (vaginal, oral, anal, etc.)
Tráfico sexual
Cualquier otro contacto de naturaleza sexual que involucre a un menor.
Desde el punto de vista de la salud mental, un menor que ha sido abusado puede sentirse culpable, confundido y hasta responsable.
Sentimientos en los menores de edad abusados. Un alto índice de menores no llega
a revelar lo sucedido a sus padres por miedo a ser castigados, creer que el abusador
les hará daño a sus padres y/o familiares, creen que no les van a creer y/o llegar a
causar conflictos internos en la familia por su culpa.
Todo menor reacciona de una manera muy distinta a causa del abuso sufrido, por eso
es de vital importancia poder identificar las señales y/o comportamientos que el menor
empieza a desarrollar y así poder brindar una pronta ayuda, reportar el abuso a las
autoridades pertinentes, buscar los servicios terapéuticos necesarios y minimizar el
daño emocional y mental que lo perseguirá hasta su vida adulta.
Señales y/o comportamientos que identifican el abuso sexual infantil. Como
terapeuta especializado en trauma/abuso infantil y teniendo más de 12 años de
experiencia tratando a menores víctimas de abuso infantil he logrado descifrar algunos
síntomas o comportamientos más comunes.
Estos síntomas, desde luego no son universales, y pueden variar según las
circunstancias como los lazos con el predador, el tiempo y la frecuencia del abuso
cometido, entre otras.
Síntomas o comportamientos más comunes. Estos son algunos de los síntomas que
los padres pueden observar en sus hijos si han sido víctimas de alguna clase de abuso
sexual
- El menor se aleja o rehúsa estar en actividades, sitios o personas donde
fue abusado. Es decir, no quiere ir a la casa de la persona que lo abuso o al
sitio donde el abuso sucedió sin dar razones especificas (muchos lloran, se
enojan o se esconden). - Empieza a haber cambios inusuales en el comportamiento del menor, tales
como estar más agresivo, llora por todo, es más irritable, se frustran más rápido,
prefieren aislarse de los demás. En el peor de los casos regresan a
comportamientos infantiles como mojar la cama, no querer dormir solos o con la
luz apagada, no querer estar solos y siempre en compañía de un adulto que el
menor considera le da seguridad. - Muchos menores empiezan a sentir síntomas de depresión como falta de
sueño, alteraciones al dormir, no querer levantarse o estar siempre sin ánimos,
mientras otros experimentan síntomas de ansiedad reflejados en estar siempre a
la expectativa de que el abuso va a volver a ocurrir en cualquier momento, tiene
pesadillas del abuso, les da miedo estar solos, son más sensibles que antes. - También es muy común en las víctimas de abuso que recreen con otros
menores o hasta con adultos el comportamiento aprendido. En otras
palabras, el menor repite el comportamiento abusivo de una manera impulsiva e
inconsciente al no tener todavía la capacidad racional para procesar lo sucedido. - Los niños llegan, en el peor de los casos, a hacerse daño así mismos (se
cortan partes del cuerpo; las piernas, manos o áreas no visibles), muchos se
pellizcan, hacen marcas en su cuerpo, tienen pensamientos de suicidio o lo
llegan a cometer como escapatoria a su dolor.
Una vez identificados estos síntomas y/o comportamiento, es importante actuar. - Consejos para mantener al menor a salvo
Es muy importante darles confianza y crear una ambiente de apoyo en la familia para
proteger a los hijos durante su crecimiento. Las siguientes son algunas de las
recomendaciones que debemos tener. - Validar el sentimiento del menor, no juzgar, no culpar y no criticar lo
sucedido. Este es el primer paso y el más crucial para reducir sentimientos
de culpa y minimizar el daño para su desarrollo y adultez. - Escuchar al menor y empatizar con ellos, sensibilizarse y demostrarles
afecto y apoyo incondicional. - Reportar el caso a las autoridades y señalar al predador, así sea un
pariente o amigo de la familia. Al no hacerlo, el menor sentirá y creerá que
lo sucedido no es importante, no le creen y que los padres prefieren proteger
a otro.
Al no reportar el abuso los padres pueden ser acusados de
negligencia y poner la vida del menor en riesgo. - Buscar inmediatamente ayuda profesional, como un terapeuta
especializado en trauma/abuso. Los terapeutas pueden ayudar al menor y
a los padres a navegar el sistema legal, dar herramientas que le ayudaran a
ambos a sobreponerse, establecer una relación de confianza y monitorear al
menor.
Si su hijo ha sido víctima de abuso y/o sospecha de ello, por favor no se quede callado
y actúe inmediatamente. No solo va a proteger a su hijo/a sino que puede prevenir el
desarrollo de desórdenes mentales, tales como: depresión severa, ansiedad
generalizada, estrés postraumático, comportamientos adictivos (uso de substancias),
desordenes de personalidad, bipolaridad del tipo I o II, problemas en sus relaciones
adultas/afectivas y sociales, y hasta el suicidio en casos más graves.
Algunos de los contactos donde se puede reportar un abuso infantil:
NYC Child Abuse Hotline. 1-800-342-3720 Número de la Línea de Emergencia
de Abuso Infantil.
ChildHelp National Child Abuse Hotline.1-800-422-2253 Línea telefónica
nacional del maltrato de menores o hotline de ChildHelp.
Los terapeutas estamos obligados ante la ley del estado de NY a
reportar cualquier sospecha de abuso infantil a las autoridades y
actuar en el mejor interés del menor.
- Jean Carlos Osorio es el presidente de Minds Together, con dos clínicas en Queens dedicadas a
la salud mental.
Página 12. Publicidad de Minds Together