El hacinamiento y la pandemia dispara
el abuso sexual en los niños inmigrantes
Minds Together PC, clínicas de Salud Mental, cumple su tercer aniversario
Se incrementaron también los casos de autismo, violencia
doméstica, alcoholismo y drogadicción
New York. Mauricio Hernández. Jean Carlos Osorio abrió su primera clínica de
Salud Mental en Forest Hill en agosto de 2019, cuando se desconocía de los
estragos que causaría la pandemia en la salud mental, especialmente en la
comunidad migrante de Queens en Nueva York.
Había comenzado en 2017 en un pequeño espacio, también en Queens, donde le
siguieron las 40 personas que atendía como terapeuta en su último trabajo.
Osorio ha conseguido que más de 1,450 personas, la mayoría inmigrantes latinos,
acudan a sus clínicas, donde hay terapeutas profesionales con especializaciones
en campos de la salud mental y de muchos países, que atienden en español,
inglés y varias lenguas asiáticas.
“Creo que la selección de nuestros terapeutas, todos con especializaciones en las
diversas ramas que más aqueja a nuestra comunidad, ha sido la clave de que
nuestros pacientes sigan llegando cada vez más, y los latinos vayan perdiendo el
estigma de acudir a una clínica de salud mental”, dijo Jean Carlos en la sede de
Jackson Heights, su segunda clínica abierta en el barrio más multicultural de
Nueva York.
Minds Together ya planea abrir su tercera clínica de Salud Mental en Long
Island, a donde cada vez más los latinos se están mudando.
Hoy Osorio se siente satisfecho con la decisión que tomó un día de tomar las
riendas de su vida, dejar el alcohol y la drogas, y reincorporarse a la sociedad.
“Cuando estoy en la terapia recuerdo mucho la época oscura y veo la importancia
de no olvidar la salud mental”, agregó Osorio, que desde su canal de youtube
habla de los temas de salud que más afectan a la comunidad.
“Cuando abrí en Forest Hill vinieron personas con situaciones cotidianas, antes de
la pandemia, y no tenía suficientes ingresos ni pasientes para poder cubrir siquiera
los costos”, indicó Osorio.
Osorio, que nació en Cali, Colombia, tuvo que cerrar las puertas en marzo 16 del
2020 por la pandemia, pero a él el cierre no le afectó, sino todo lo contrario,
porque a partir de mayo se autorizó la tele terapia y se dispararon las citas..
“Gracias a los seguros, que autorizaron la tele terapia, pude contratar a terapeutas para atender de forma virtual esa incertidumbre y miedo que invadió a la comunidad durante la
pandemia.
Osorio, que adelanta la campaña “No estar bien, está bien” que busca reducir el
estigma en la población latina de acudir a una clínica de salud mental, alertó sobre
el abuso sexual en los niños. “El 97% de abuso sexual es de alguien allegado a la
familia”, precisó.
En la pandemia muchas personas se afectaron por el sentimiento de culpa
de haber infectado a alguien sin saber que tenía el virus y está persona
murió, y también hubo muchas otras que no pudieron despedirse de sus
seres queridos.
“Personas que ya tenían muchos problemas de ansiedad y trastornos obsesivos
compulsivos se vieron dramáticamente afectados; todavía hay personas con
muchos problemas tras la pandemia”, precisó Osorio en la clínica de Jackson
Heights, “donde atiendo a muchas familias inmigrantes cuyos hijos se afectados
por la deportación de alguno de sus padres.
Aunque ya paso, quedan los estragos de la pandemia y algunas personas quieren
seguir con la tele terapia, pero los seguros quieren que sea ahora presencial.
“Hay personas que tienen fobia social y viven encerradas, y la única forma de
atenderlos es virtualmente por internet; esto agudiza más el problema en ciertas
personas con problemas”, puntualizó Osorio.
“Lo que más vemos son situaciones de padres que son deportados y a los niños
no se les dice la verdad y esto crea problemas en la familia. También aumentó el
autismo, se incrementó la violencia doméstica, el alcoholismo y la drogadicción”,
relató Osorio.
El encierro, con el gravamen del hacinamiento en la comunidad
migrante recién llegada, incremento la violencia doméstica, el
alcoholismo y el abuso sexual a los niños durante la pandemia,
según relató Osorio.