El estigma de los niños inmigrantes
Uno en la escuela y otro en la familia
Millones de niños en Estados Unidos sufren el estigma por ser inmigrantes,
un problema que se agrava en las familias sin estatus migratorio
Hablamos con Jean Carlos Osorio, LCSW-CDBT, terapeuta licenciado clínico y
fundador de las clínicas Minds Together en Queens, sobre los traumas que causa
en la mayoría de los niños el hecho de ser inmigrantes, especialmente si no se
tiene la residencia y no se ha definido todavía el estatus legal.
En las publicaciones sobre este tema hay muy poco o nada escrito, ni científico ni
médico, por lo que vamos a adentrarnos en esta problemática para conocerla
mejor.
El alto bullying que sacude a las escuelas en Estados Unidos se agrava
todavía más con los niños inmigrantes, que son acosados y/o golpeados, en
muchos casos por su color de piel, el idioma o su procedencia.
Qué ha detectado en su consulta con los niños por ser inmigrantes?
Primero está el idioma; la mayoría de los niños que están aquí hablan inglés, pero
sus padres no; y eso pone a los niños en ventaja; recordemos que los niños se
culturizan más rápido que los padres, que están más aferrados a la cultura latina
por la limitación del idioma.
Por eso los niños tienen dos estigmas, uno en la escuela y otro en su familia.
Tengo en las consultas a padres que me dicen que no pueden ayudar a sus hijos
con las tareas porque no han terminado todavía la escuela.
Y los niños, por su parte, me dicen que se sienten avergonzados porque los
padres no hablan inglés y les tienen que traducir todo el tiempo hasta con la
profesora. Recuerdo un ejemplo de una carta de desalojo que tuvo que traducir el
niño, que tuvo un gran efecto en el niño.
Los niños se esconden de los padres con el inglés en los teléfonos para textear;
usan símbolos, muchos de ellos sexuales, de drogas, de hacerse daño a sí
mismos. También pueden ser víctimas de pederastas.
En internet está toda la información, incluida la mala. Y la mayoría
de los padres no saben lo que ven sus hijos en internet.
Una de las soluciones es tener a los niños ocupados, sea en deportes o en
programas de after school para que no estén todo el tiempo en internet.
Los padres llegan tarde de trabajar y los niños tienen acceso a la computadora sin
ninguna supervisión. También pueden estar mucho tiempo en la calle, a merced
del peligro y los malos hábitos.
Se necesitan más personas bilingües para comunicar a los padres en su idioma lo
que pasa con sus hijos en la escuela porque los padres trabajan todo el día y no
tienen tiempo de supervisar a los hijos.
El idioma les da poder a los hijos, y en la mayoría de los casos esto sirve para
esconder o manipular algo que no quieren que conozcan sus padres.
Los padres le dicen en muchos casos mentiras a los hijos para protegerlos del
dolor, como por ejemplo el caso de la deportación de un padre, cuando le dicen al
niño que “su papá se fue a otro estado a trabajar, o a estudiar, o se fue a visitar a
su madre, o a la familia; cuando los niños se enteran de que era mentira, pierden
en ese momento la confianza en la madre porque le mintió.
Hay niños que se comportan muy mal cuando comprueban que se les mintió. He
tenido casos de padres que han ocultado a sus hijos que cayeron presos y se han
dado cuenta cuando han tenido que traducir la carta del juzgado.
La crianza en Latinoamérica es muy diferente, acá se protege mucho al niño por eso se deben educar a los padres, para que conozcan bien las leyes.
Recordemos que la violencia no resuelve nada, todo lo contrario, hará que los
hijos les tengan más miedo que respeto, y eso no es bueno. Lo ideal es que
cuando su hijo crezca aprenda a resolver los problemas con diálogo y no con
agresión.
La tecnología es buena, pero depende del uso que se le dé; si los hijos son
menores, usted es responsable del uso que su hijo le de a las redes. Debe
limitarse el tiempo y también saber qué contenidos ve. Recordarle el horario de
dormir y siempre revisar el teléfono para saber qué ve su niño.
Los padres temen que sus hijos se metan en pandillas y se quejan de que no
hay actividades gratuitas para ellos mientras los padres están trabajando.
La comunidad latina se está acercando más a la terapia cuando ven la
mejoría de sus hijos. Y los adolescentes ya les están exigiendo a sus padres
que tomen la terapia también
Estamos creando grupos de arte de familias durante dos horas, los sábados,
donde los niños se sienten más unidos a sus padres sin la tecnología.
La terapia debe ser familiar e integral. Los latinos conocen en la terapia los
problemas que tienen con los hijos y el terapeuta les orienta y ayuda para que
pueda manejar bien la situación en la casa.
Vivir con extraños, peligro para los niños
Tener miedo no le excusa de no denunciar a la policía si cometieron algún
abuso contra su hijo; la ley los protege en Nueva York, ciudad santuario.
En nuestras comunidades inmigrantes hay muchos problemas de base social y de
estigma adquirido debido a la condición de inmigrante sin estatus migratorio.
Comienza cuando los padres les hacen mentir a los hijos para no tener problema
con la ley, o cuando no denuncian algo por temor.
Muchas agresiones físicas o sexuales no son denunciadas porque les da miedo
que los deporten. Algo gravísimo porque se está encubriendo a una persona que
comete un delito grave. Este crimen se realiza con más facilidad por el
hacinamiento en que viven muchas familias inmigrantes, que comparten vivienda
con extraños.
Cuando un niño toca con malicia a otro niño es muy posible que haya sido víctima
de abuso o porque vio a sus padres teniendo sexo.
La madre usa también a veces a su hijo como escudo para que su pareja no le
pegue o no la deje, y el niño escucha eso y se siente usado.
Aquí comienzan los comportamientos diferentes y las quejas en la escuela. Hay
que estar atentos a todos estos indicios, porque quiere decir qué algo está
pasando con sus hijos.
De cada 10 niños, entre 6 y 8 sufren de abuso o ha visto un abuso.