Cerca de siete millones de colombianos residen en el extranjero, pero vota menos del 8 por ciento
New York. Mauricio Hernández. De las 172 curules disponibles legislativamente para defender los intereses de todos los colombianos, sola se le ha asignado una curul a los más de seis millones y medio que vivimos en el exterior, cuando en realidad nos deberían corresponder 17 curules, según el artículo 176 de la Cámara de Representantes.
La población migrante colombiana en todo el mundo tiene la misma población de Antioquia (cerca de 6,68 millones), y poco menos que la de Bogotá (7,74 millones), pero solo está representada por una curul.
De quién es la culpa? De nosotros mismos, los que vivimos en el exterior, que no votamos, inmersos en la bipolaridad partidista de extremos (izquierda y derecha). Las elecciones pasadas tuvieron una abstención cercana al 90 por ciento en Estados Unidos.
Recordemos que cada Departamento (y el Distrito Capital) conforman una circunscripción territorial, cada una con dos representantes y uno más por cada 365.000 habitantes o fracción (mayor de 182.500 que tengan en exceso sobre los primeros 365.000.19).
Los colombianos en el exterior (cerca de siete millones de personas y una sola curul) tenemos menos representación legislativa que los habitantes de Vichada (79.134 habitantes y dos curules).
De poco vale que las divisas que envían los colombianos desde el exterior (US$6.902 millones en el 2020) compitan con la totalidad de la Inversión Extranjera Directa; este dinero entra a la base social más pobre, esa contra la que el gobierno legisla desde hace dos siglos. Casi la mitad de estos dineros del extranjero llegan desde Estados Unidos.
De los 172 miembros de la Cámara, 161 son elegidos en circunscripción territorial (departamento y Distrito Capital); cinco a través de circunscripciones especiales, (dos para las comunidades afrodescendientes y uno para los indígenas) y uno para los colombianos residentes en el exterior.
