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New York Hoy

La colombiana María Prada y su hijo Andrés, dos talentos de la música y las artes en Nueva York

  • Publishedfebrero 10, 2020

 

María Prada, cantante, junto a su hijo Andrés, empresario y también artista de éxito. Además de ser socios y creadores, comparten sus escenarios y galerías. Música, pintura y mucha felicidad.
Nueva York. May/19/2017. Mauricio Hernández. Han pasado más de cuatro estaciones desde que María Prada, la ‘Reina del Despecho’ llegó a Nueva York, en 1999. Su hijo Andrés terminó sus estudios y se vino junto a su madre. Hoy trabajan juntos después de haber encontrado cada uno su lugar en el mundo del arte y la canción en Nueva York. Ha sido un cordón umbilical de creación y sensibilidad por el arte, la música y la cultura, que hoy los tiene trabajando y triunfando juntos.

Prada estaba acostumbrada a trabajar en familia. “Eramos cuatro hermanos adolescentes que fundamos el grupo Las Cuatro Estaciones, en Colombia, y nos iba bastante bien”, suspira La Reina del despecho.

“El nombre fue una casualidad, pues estaba Darío Gómez, ‘El Rey del Despecho’, y a alguien se le ocurrió que yo podría ser “La Reina del despecho”. Con despecho o no, despreció la oportunidad que le dio Vicente Fernández durante su gira a la ciudad de Ibagué, que cuando la oyó cantar en el escenario la invitó a instalarse en México. Pero al parecer su destino estaba en Nueva York, ‘junto a su hijo del alma’, cantando jazz en salones y conocido restaurantes y bares de Manhattan, algunos de ellos decorados con las pinturas de Andrés.

FOTOS: A LA IZQUIERDA, JUNTO A VICENTE FERNÁNDEZ, EN COLOMBIA. AL LADO, CON SUS HERMANOS CON QUIENES CONFORMABAN EL GRUPO MUSICAL LAS CUATRO ESTACIONES. MARÍA PRADA, DE ROJO, ESTÁ SENTADA.

“Somos dos socios que nos entendemos de maravilla y participamos activamente en eventos de ayuda en tragedias y a los menos favorecidos”, dice María Prada. Ese corazón bondadoso le vincula como voluntaria en las actividades sociales y de caridad celebradas por la comunidad.

María heredó de su padre cantante (tenor), la profundidad de la voz, y de su madre la sensibilidad por el arte, unas cualidades que germinaron rápidamente en su hijo, que ya vende sus obras de arte con más facilidad de lo que a él le gustaría, “pues le gusta conservarlas”, explica Prada. “Este domingo no podemos estar físicamente en el evento para ayudar a Manizales ya que mi hijo está viajando y yo tenía otros compromisos”, recordó Prada, que dono 450 ensaladas para ayudar a recaudar fondos dentro de las actividades del evento del fin de semana.

Ahora está en un descanso obligado con su agrupación María Prada y su banda de jazz, donde su hijo Andrés es el manager. “Pronto volveremos a hacer nuestras presentaciones en restaurantes y clubes de Manhattan”, manifestó Prada.

Andrés posa con la chaqueta que diseñó y pinto al cantante Enrique Iglesias.
Un accidente orientó la vida de Andrés por el camino de la pintura, la decoración y el diseño. Por sus murales de gran formato fue reconocido en 2010 en SoHo, Bajo Manhattan, el área del arte y la cultura en Nueva York. Cuando pasó al lienzo su éxito fue igual, y sus pinturas muy solicitadas por los amantes de la pintura y el arte abstracto, salpicado de colores, seguramente impregnados de su pasado tropical.

Los estudios de Finanzas y Comercio Exterior que realizó en Bogotá le han servido en su vida de empresario en finca raíz y turismo, donde además de artista, diseña, altera y pinta vestidos para los más famosos, que lo suelen visitar en su apartamento, al Oeste de Manhattan. “Trabajamos muy felices y tenemos mucha simbiosis a la hora de crear”, dijo María Prada.

Además del canto, María se ha dedicado en los últimos años a hacer ropa y bolsos.
Sobre su hijo, Prada recuerda su disciplina y su pasión por la sicología y la filosofía, que ha empleado muy bien en el día a día pues ha sabido llegar al lugar adecuado, acompañado de talento y ganas de triunfo. Por ellos su ascenso fue meteórico, y sus diseños performances y trajes pintados tienen clientes especialmente famosos que vienen de todo el Mundo.

“Nueva York me brinda un lienzo que me libera, que me obliga a crear sin esquemas preconcebidos”, dijo Andrés sobre sus obras de arte en pequeños y grandes formatos. “Pinto sobre la tela cruda, sin preparar nada, directamente sobre el canvas”, dijo recientemente en una entrevista al periódico local queenslatino.com.

Perfil de María Prada. Por Javier Castaño. María Prada, soprano contralto, estudió en la Universidad Nacional de Bogotá, donde aprendió técnicas vocales y a impostar la voz. Tiene voz para cantar desde ópera hasta música popular y comercial, además de los mencionados boleros.

Fue bautizada por la empresa Sonolux en Colombia como La reina del despecho porque necesitaban una mujer que le hiciera peso a Darío Gómez, El rey del despecho. Nació en Bucaramanga. En Colombia cantó en Ibagué la canción Cucurrucucú Paloma para abrir un concierto de Vicente Fernández, quien la invitó a vivir a México. También se presentó en varios centros nocturnos y en los programas de televisión de Sábados Felices y el Show de Jorge Barón.

“Estos 22 años en Nueva York no han sido fáciles, aunque me he presentado en muchos teatros y discotecas con Rocío Dúrcal, Paloma San Basilio, Elenita Vargas, Leo Dan, Yaco Monti, Elio Roca y Tormenta”, recuerda María en su apartamento de Jackson Heights, Queens.

María en un espectáculo en un club de Manhattan con su Grupo de Jazz.
Lo que más le gusta de esta ciudad es la posibilidad de interactuar con gente de todo el mundo que no discriminan, valoran y respetan el trabajo del cantante. Aunque no siempre es así en el mundo latino del espectáculo.

Además del canto, María se ha dedicado en los últimos años a hacer ropa y bolsos con anillas de los tarros de soda y cerveza. Para hacer un chaleco, María necesita de 10,000 anillas y hace uno al mes. En junio de este año exhibió sus chalecos y bolsos en la sede del sindicato 32BJ de Manhattan y tuvo mucho éxito. Su hijo Andrés también exhibió en ese espacio algunas de sus pinturas y habló en público sobre su arte y el proceso de creación con su madre.

María dice que ha sido comerciante desde joven y puede vender cualquier cosa. “No le tengo miedo a nada, siempre he sido independiente y en los Estados Unido nadie se puede dormir porque fracasa”, concluyó María, La reina del despecho.

María Prada y su hijo Andrés en una actividad social de ayuda a sus compatriotas de Colombia.

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Trabajador Inmigrante

Periodismo de Educación e integración en los distritos inmigrantes de Nueva York.