Crisis migratoria llega al subway
Niños latinos venden en las estaciones del subway, en la calle y pasan vendiendo por los negocios en varios distritos.
“Dulces, dulces, dulces”, gritan dos niños en el subway de Nueva York, en la línea 6 que baja del alto Manhattan y pasa por Wall Street, el centro mundial financiero del mundo.
Hay niños en varias estaciones de metro vendiendo dulces, y ya es difícil entrar en el Subway por la cantidad de vendedores ambulantes. Muchas estaciones parecen ya plazas de mercado de cualquier pueblo humilde de Latinoamérica.
Sin importar el status del partido, republicanos y demócratas, deben dar prioridad a buscar una solución integral a la inmigración ilegal, que no solo genera pobreza y miseria en origen, sino que ya la genera en destino.
Se debe establecer una política internacional para las migraciones, donde los países pobres con gente que quiere trabajar se eduquen de acuerdo a las necesidades que tienen los países ricos en donde no quieren emplearse en trabajos duros, y son millones los puestos disponibles, ya en todos los sectores productivos.
Los beneficios son de ambos lados. Estados Unidos podría percibir trillones de dólares otorgando los papeles a más de once millones de personas que tienen dinero pero no pueden comprar un carro (no tienen licencia), muchos no pagan impuestos por temor, ni registran muchos negocios. Son infinitos los sectores de producción que se benefician.
Por otra parte, la migración que está llegando en la última década está mejor preparada, lo que ha tenido un costo en origen que nos es reconocido por los países receptores del Norte, además que está dejando a Latinoamérica sin los mejores profesionales. Varios países ya se están quejando.
Casi a diario llegan noticias de hijos, padres, madres, hermanos que han muerto en la frontera intentando cruzar la frontera hacia en Estados Unidos porque quieren trabajar.
Y hay 10 millones de puestos disponibles, según cifras oficiales, pero a los que quieren trabajar no los dejan entrar, y a los que ya están acá no les arreglan su situación migratoria.
Mientras sigan esta absurda política, republicanos y demócratas, la inmigración ilegal seguirá llegando, muchas personas seguirán muriendo, muchos coyotes seguirán facturando, miles de empresarios en Nueva York seguirán clamando por la falta de trabajadores y millones de neoyorquinos se sentirán cada vez más inseguros por el aumento de la criminalidad.
No olvidemos que en el bulto de exquisitas naranjas suele haber alguna podrida, y muchos maleantes se han colado con la migración buena y trabajadora, disparando la criminalidad en Nueva York a niveles sin precedentes.