“Sigo viva… no me deje entubar”: Amparo Gómez, 71 años y presidenta del CCC Colombiano, sobrevivió al coronavirus
‘Mi hija enfermera me llevó a casa y me curó con remedios caseros’, dijo Amparo Gómez agradeciendo a Dios por haber estado bendecida en esos momentos duros de la pandemia que afectó con dureza el barrio donde tienen la sede el Centro Civico Colombiano, organización ‘non profit’, que funciona desde hace más de 40 años.
New York. Mauricio Hernández. “Estoy viva porque no me dejé entubar, a pesar de que sentía que estaba en un extenso corredor iluminado por una luz blanca; sentía que me iba, en medio de dolores y angustia”, nos relata Amparo Gómez, que sobrevivió al coronavirus a pesar de estar dentro de la población vulnerable, con 71 primaveras a cuestas. “Estaba más allá que acá”, dijo en medio de suspiros.
“Agradezco a Dios y a mi Madre Santa que mi hija licenciada en enfermería me llevó a un hospital privado en Connecticut y estuvo pendiente de mi salud; me curó en casa con remedios caseros, pero debo agradecer también que mi sistema inmunológico estaba alto, pues de lo contrario no hubiera aguantado”, dijo Gómez, una mujer de gran vitalidad y corazón, en la sede del Centro Cívico Colombiano (CCC) en Corona, barrio que fue foco del coronavirus en Nueva York.
“Mi hija me atendió y ella no se infectó, pues tomó todas las precauciones, me puso sola en un primer piso; sino fuera por sus remedios caseros no sé qué hubiera pasado”.
A Amparo Gómez le hemos visto enfrentar sin titubeos grandes retos y desafíos, con una vitalidad envidiable. “Hacer el bien te reconforta, te da vitalidad y ganas de seguir luchando”.
Gómez asumió hace cuatro años la dirección del CCC en uno de los momentos más difíciles de esta organización sin fines delucro, que llegó a reunir hace una década a más de medio millón de personas en las fiestas patrias colombianas en el Parque de Flushing.
Amparo Gómez fue una de las fundadoras del CCC hace 42 años. “Puedo contarlo gracias a mi hija, cuando el virus se estaba llevando a muchas personas mayores en el barrio”, nos dijo Gómez, que sintió que “Dios me estaba dando otra oportunidad”.
“Las personas mayores tenemos que obedecer y llevar todas las recomendaciones en regla porque corremos mucho riesgo en esta pandemia”, aseguró Gómez que ora cada día por la salud y el bienestar de la comunidad y vuelve con ímpetu a las actividades educativas, sociales y culturales de la organización.
Los adultos mayores son los más vulnerables a tener mayor dificultades con este virus que ha matado al 42 por ciento del total de las muertes en Estados Unidos, que tuvo el triste récord de fallecidos en este país foco mundial de la pandemia en abril y mayo.
“Yo di plasma en el sitio donde me atendieron porque es muy importante hacerlo para ayudar a otras personas”, insistió Gómez con optimismo e ilusión. “Vamos a seguir trabajando, pero vamos a seguir cuidándonos”.
El CCC está localizado en Corona, el barrio de los ecuatorianos, foco de la pandemia en Nueva York, donde murieron 409 personas y se infectaron 4,737. En el vecino Jackson Heights, conocido como el barrio de los colombianos, hubo 240 fallecidos y 2,608 infectados, en su mayoría miembros de la comunidad latina.
Quiero contar mi experiencia por zoom a los mayores de 60 años, para contarles mi experiencia. Si alguien quiere preguntarme algo, estaré en el Centro Cívico Colombiano después de las 5 de la tarde.
Lo más importante tener más humildad con las demás personas y si Dios no me llevo es porque tengo una misión acá en la tierra