El futuro de la vivienda en Nueva York

Nuestra administración propuso recientemente los cambios de zonificación a favor de la vivienda más ambiciosos en la historia de la ciudad de Nueva York: cambios que reescribirían los errores del pasado y despejarían el camino hacia la construcción de los tipos de viviendas que la ciudad de Nueva York necesita tan desesperadamente.

La Resolución de Zonificación de 1961 cambió drásticamente la forma en que nuestra ciudad construiría viviendas y espacios de oficinas durante más de seis décadas, restringiendo los tipos de viviendas que se podían construir en ciertos vecindarios y decidiendo efectivamente a quién se le permitía vivir y dónde.

Nunca podemos perder de vista el hecho de que muchos de quienes impulsaron el Código de Zonificación de 1961 tenían como objetivo promover la segregación racial.

Además de esa injusticia, el código de 1961 priorizó las carreteras y los automóviles sobre la vivienda y el transporte público, y limitó el crecimiento en lugar de alentarlo.

Estas reglas de zonificación restrictivas y cada vez más complicadas son, en última instancia, lo que nos llevó a donde estamos hoy: una ciudad que no ha logrado crear suficientes viviendas para los neoyorquinos.

Nuestro plan pondrá fin a esta larga historia de injusticia y nos permitirá construir un poco más de viviendas en cada vecindario. Las actualizaciones de zonificación que proponemos ayudarán a construir las nuevas viviendas que tantos neoyorquinos desean: edificios de apartamentos modernos, hermosas casas de piedra rojiza y condominios asequibles, todo en vecindarios de uso mixto con múltiples opciones de transporte.

Nuestra propuesta incentivará la vivienda asequible, construirá más viviendas cerca de los centros de tránsito, convertirá el espacio de oficinas no utilizado en apartamentos y permitirá a los propietarios construir los llamados “pisos para abuelas” en su propiedad. También proponemos que se permita a los campus, incluidos los lugares de culto y otras instituciones religiosas, desarrollar viviendas en sus propiedades existentes, diciendo efectivamente: «Sí, en el patio trasero de Dios». Y finalmente, estamos decididos a priorizar a las personas sobre el estacionamiento mediante la eliminación de los mandatos de estacionamiento para nuevos desarrollos, un cambio importante que reducirá los costos de las viviendas nuevas en los cinco condados. Según esta propuesta, si bien a las personas todavía se les permitirá agregar estacionamientos, nadie se verá obligado a construir estacionamientos que no desee.

Este plan tiene como objetivo aumentar la oferta de vivienda en 100.000 viviendas en vecindarios de toda la ciudad durante los próximos 15 años, apoyando a un cuarto de millón de neoyorquinos, y al mismo tiempo crear 250.000 empleos para sostener a las familias. Nos ayudará a conseguir las viviendas que necesitamos para los trabajadores, las familias en crecimiento, los recién llegados, los jóvenes que recién comienzan y las personas mayores que buscan envejecer en su lugar.

La mitad de todos los neoyorquinos hoy en día están agobiados por el alquiler, lo que significa que gastan más del 30 por ciento de sus ingresos en alquiler. En algunas comunidades, ese número es aún mayor. Demasiados neoyorquinos luchan con el alquiler y demasiados neoyorquinos corren el riesgo de caer en la pobreza y quedarse sin hogar.

Nuestra administración ya ha hecho cosas importantes para combatir la crisis de la vivienda, incluido aumentar el número de viviendas asequibles, producir la mayor cantidad de viviendas nuevas y de viviendas de apoyo para neoyorquinos que antes estaban sin hogar y conectar a más neoyorquinos con hogares permanentes con vales de vivienda CityFHEPS que nunca en la historia del programa.

Pero aumentar la oferta es el camino más seguro para reducir los alquileres y dar a los neoyorquinos un descanso de la presión constante de los costos de la vivienda.

Se trata de cambios importantes y transformadores que han logrado proporcionar viviendas más asequibles y estables en otras ciudades, algo en lo que prácticamente todos los expertos en vivienda y urbanistas están de acuerdo. Para hacerlas realidad estas normas tendrán que ser aprobadas por nuestro Ayuntamiento.

El Departamento de Urbanismo acaba de iniciar el proceso para avanzar en esta propuesta. Con el apoyo público, estos cambios podrían entrar en vigor a partir del próximo otoño.

Esperamos trabajar con neoyorquinos, defensores de la vivienda, líderes comunitarios, funcionarios electos y nuestros hermanos y hermanas en los sindicatos para ayudar a que esto se haga realidad.

Porque el futuro de la vivienda es el futuro de la ciudad de Nueva York.

Si hacemos esto bien, dentro de décadas, los neoyorquinos verán este momento como lo que fue: un punto de inflexión que se alejará de las políticas excluyentes y las ideas obsoletas y avanzará hacia un futuro más equitativo.

Será el momento en el que nos unimos y decidimos ser una “Ciudad del Sí”.