Bajar los andamios de las aceras
Community Media NYC
La semana pasada, anunciamos nuestro plan para derribar cobertizos antiestéticos en las aceras y recuperar nuestras calles. Los cobertizos en las aceras, que muchos neoyorquinos también conocen como andamios, son las feas cajas verdes y metálicas que cubren nuestras aceras. Bloquean la luz del sol, mantienen a los peatones alejados de los negocios y son un imán para las actividades ilegales.
Los neoyorquinos se han acostumbrado tanto a los cobertizos en las aceras que es fácil olvidar la hermosa arquitectura de nuestra ciudad debajo. Si bien los cobertizos en las aceras se crearon para proteger a los neoyorquinos de edificios y sitios de construcción inseguros, su apariencia se ha salido de control.
Las reglas actuales de la ciudad incentivan a los propietarios a dejar los cobertizos en las aceras y posponer el trabajo de seguridad crítico. La mayoría de los cobertizos permanecen en pie por más de un año y algunos han oscurecido nuestras calles por más de una década. Con demasiada frecuencia, los cobertizos permanecen en pie mientras no se realizan trabajos de reparación, y los propietarios no están obligados a pagar un centavo en multas.
Como resultado, tenemos casi 400 millas de cobertizos en toda la ciudad que ocupan espacios públicos que pertenecen a los neoyorquinos. Esta es la ciudad de Nueva York. Estamos de vuelta mejor que nunca; no podemos seguir siendo una ciudad esquelética cubierta de galpones en las aceras.
Es por eso que mi administración está revisando las reglas de cobertizos de construcción desde cero, con nuestro plan «Get Sheds Down». Este plan cambiará el guión para que los propietarios tengan incentivos para completar el trabajo de seguridad y desmantelar los cobertizos en lugar de dejarlos así año tras año. También vamos a aprovechar el talento de nuestra ciudad para diseñar otras opciones mientras redoblamos las alternativas que ya tenemos, como la red.
También vamos a aumentar la supervisión y el cumplimiento de los cobertizos en las aceras. Porque si ocupas un espacio público que pertenece a los neoyorquinos, deberías pagarlo. Vamos a centrar estos cambios en los distritos comerciales, donde los propietarios tienen los recursos para el trabajo de reparación. Permítanme ser claro: estos cambios no serán una carga para los pequeños propietarios que aún se están recuperando de la pandemia. Y, como siempre, la seguridad pública seguirá siendo nuestra prioridad número uno.
La ciudad va a liderar el camino con nuestros propios proyectos de construcción y reparación. Realizaremos una prueba piloto en la Corte Suprema del condado de Queens en Jamaica, desmontando un cobertizo que ha estado en funcionamiento durante 6 años y reemplazándolo con una red.
Esta administración se trata de promesas hechas, promesas cumplidas. El año pasado, junto con el gobernador Hochul, publicamos el informe “Nueva” Nueva York, que destacó la importancia del espacio público para la recuperación de nuestra ciudad. Abordar los cobertizos en las aceras también es una parte clave de nuestra Agenda de la Gente Trabajadora presentada en enero.
Los neoyorquinos verán una gran diferencia en sus vecindarios: más luz y espacio; menos crimen y desorden. Así es como reimaginamos nuestra ciudad y revitalizamos nuestros distritos comerciales. Así es como logramos que la gente gaste dinero en la ciudad de Nueva York. Y así construimos una ciudad más segura, más bonita para todos.