¿Acción de gracias?

La canasta familiar, por la nubes para los trabajadores inmigrantes

Flujos migratorios incontrolado, inflación, alquileres incontrolados,
servicios carísimos, inseguridad y criminalidad obligan a miles de
trabajadores a ‘huir’ de Nueva York hacia otros estados vecinos
 
New York. El día de Acción de Gracias se celebra de distinta manera en la
población estadounidense. Mientras el país entero recuerda como una generosidad
inglesa compartir la primera cosecha con los indígenas aborígenes, para los
verdaderos dueños de esta tierras, o los pocos indígenas que quedaron, es un día
de ‘Luto Nacional’ que recuerda el exterminio de su pueblo y la avaricia de los
conquistadores llegados de Europa.

Hoy son los inmigrantes los denostados, olvidados, humillados y
despreciados por un gobierno de mayorías blancas que no reconoce el
trabajo de 11 millones de personas y los mantienen al borde la esclavitud, la
angustia y la criminalización.

El alza de precios asfixia a la clase trabajadora de Nueva York, donde la
inmigración más vulnerable no gana ni siquiera para pagar poder pagar la renta,
en una ciudad sin regulación en los precios. “Ahora se hace hasta difícil poder
comer”, como coincidieron en manifestar muchas madres de familia.
 
Sirvió de muy poco bajar el precio de la gasolina ya que los costos de la canasta
familiar de los trabajadores inmigrantes no bajaron y continuaron insostenibles.
 
Los huevos, la leche y la carne se han disparado a tal punto, que las familias
están haciendo el mayor ahorro posible inclusive en su alimentación. Las
chuletas de cerdo cuestan hoy casi $14 dólares, tres veces el valor de antes ($5)
de llegar la inflación y la invasión de Ucrania.

La pandemia puso de relieve la injusticia y el maltrato de los gobiernos
estadounidenses desde la llegada de la esclavitud hace varios siglos, que en otras
dimensiones, parece no haber desaparecido. 
Ahora son más de once millones de inmigrantes que no quieren ser reconocidos en
Estados Unidos, a pesar de que muchos pagan impuestos, enriquecen al país y sus
hijos tienen ya la nacionalidad estadounidense. 
El problema no lo van a resolver los demócratas, ni mucho menos los republicanos.
Mientras tengamos a las grandes corporaciones financiando a los candidatos
impuestos por el establishment demócrata, que defienden en la legislación los intereses

económicos de las compañías que los ‘compran’, en detrimento de la comunidad, nada
va a cambiar, sino todo lo contrario. 
Pero esta injusticia va a ir desapareciendo a medida que los migratorios se esfuerzan
por educar a sus hijos, conociendo sus derechos y la constitución; ellos han vivido en
carne propia la discriminación que sufrieron por haber nacido en un hogar de padres
sin estatus legal.
 
La mayoría de los precios se han duplicado. Y todo esto sucede en medio de una
gentrificación agresiva que obliga a los trabajadores inmigrantes a migrar a otros
estados más baratos, donde también buscan más seguridad ante la escalada de
violencia que azota Nueva York.
La mayor alza en 40 años en los precios de los alimentos, acompañada de
subidas en los precios del alquiler. En las calles de los distritos inmigrantes
se escucha por todas partes: “Apenas se paga la renta y se come menos muy
mal.
 
Los precios de los servicios, como la electricidad y el gas, también se dispararon. “No
conseguimos trabajadores; necesitamos 500 con urgencia, y no podemos encontrarlos.
Solo llegan personas recién llegadas desde la frontera dispuestas a trabajar incluso
doble jornada y lo que haga falta”, nos dijo Radhames Rodríguez, presidente de
Bodegas Unidas de America, con más de 1,000 afiliados, la mayoría groceries, y varios
supermercados.
 
La tasa de inflación anual de Estados Unidos alcanzó en septiembre el 8.2%,
mientras los precios de los alimentos aumentaron este año un 8.5 por ciento en
supermercados; comer fuera se incrementó en un 6% por ciento.
 
¿Quién compró pavo? El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA)
dijo que los precios han subido hasta un 73% este año con respecto al año anterior.
Los precios del pavo subieron agravados también por la propagación de la gripe aviar
en Estados Unidos.
 
La preparación del pavo requiere de margarina (subió 44% más que en 2021), las
harinas y mezclas preparadas de harina (un 24.2%) productos de panadería
congelados y refrigerados, como tartas y empanadas (20.4%) y la lista se hace
interminable.