Crónica de un diluvio anunciado…
Hablamos antes de la pandemia con Eduardo Giraldo, 27 años asegurando a la comunidad y víctima de las inundaciones del huracán INA. “Uno nunca piensa que le va a tocar también a uno”, nos recordó ahora.
New York. Mauricio Hernández. ‘En casa de herrero, azadón de palo”, reza el dicho. Y el mejor ejemplo de ello lo personifica Eduardo Giraldo, que en una entrevista a nuestro medio hace más de dos años nos habló de la dificultad de asegurar los hogares contra los fenómenos naturales, muchos ocasionados por el cambio climático.
“Vivo en un área que no está clasificada como inundable, por lo que no nos exigen tener seguro de inundaciones, que son una exclusión completa de las polizas regulares de arrendamiento que aplica también para los dueños de casa”, dijo Giraldo, a quien las inundaciones por la tormenta IDA le destrozaron su casa, con pérdidas por encima de los 45,000 dólares.
“Uno debe comprar Flood Insurance (seguro contra inundaciones) que ofrece el gobierno federal, pero en estos seis bloques donde vivimos en East Elmhurst nadie tenía este seguro porque es un gasto más que uno piensa que nunca va a tener que necesitar”, dijo Giraldo tras recordar que en solo quince minutos las aguas torrenciales inundaron su casa y el agua llegó a más de cinco pies.
Las cañerías de Nueva York se taponaron con la lluvia, pero Giraldo advierte que “esto puede sucederle a cualquier persona, en cualquier lugar”, recordó Giraldo, que tendrá que hacer de nuevo el basement (sótano), arreglar la electricidad, los suelos, la nevera, la estufa, la caldera, etc., etc.
Cuando un experto en seguros como usted, con 27 años trabajando en este sector, se ve inseguro en una situación como esta, ¿qué le puede decir a las familias inmigrantes del barrio?
Primero deben documentar toda la perdida (videos, fotos) y luego evitar la forma que el problema se agrande. Hay muchas personas que no tienen la capacidad económica de limpiar todo y el moho y la humedad lo pudren todo, lo que puede propagar enfermedades. Todo esto sale de nuestros bolsillos.
El presidente vino a mi cuadra, prometió dinero, pero ya muchos vecinos me han indicado que les han negado las coberturas de la ayuda que habían prometido; y uno piensa, si no tienen seguro, no tienen cobertura, entonces, ¿no tienen ayuda? En la página de FEMA dice que los Basement no están cubiertos, o las coberturas son muy limitadas, porque son bajo tierra.
Muchas familias inmigrantes viven de alquiler en basement, o han habilitado el suyo para vivir, y son las más afectadas por las inundaciones. Y la ayuda rápida es necesaria, más allá de las fotos y las promesas.