Cierran negocios, restaurantes, guarderías, colegios y universidades para frenar el coronavirus en Nueva York
Los casos confirmados de coronavirus de Nueva York aumentaron a 950, más que cualquier otro estado. Entre tanto, decenas de países del Planeta continúan cerrando fronteras, como ya lo había hecho España, donde sin embargo se registraron 1,000 nuevos contagios en solo un día. Asimismo, y a pesar del toque de queda y el cierre de fronteras, se contabilizó más de 3,000 nuevos casos en Italia.
New York. TINews. El Planeta gira en torno al coronavirus, que se esparce por los países de los cinco continentes. Y En el Estado hay 950 casos confirmados hasta hoy, es decir que ha crecido más que en cualquier otro estado; En la Ciudad de Nueva York hay 463 contagiados.
Tras el cierre de Broadway y los 1,1 millones de estudiantes de escuelas públicas de la ciudad que fueron enviados a sus casas, esta noche cerraron los 27,000 restaurantes de la Gran Manzana, que solo podrán vender a domicilio.
El mundo tiembla ante el avance del coronavirus. El gobernador Cuomo pidió la creación de más camas de hospital, para poder atender a los nuevos posibles afectados. La Ciudad tiene 20,000 camas de hospital, pero el 80 por ciento están ocupadas.
El alcalde Bill de Blasio anunció por su parte una expansión dramática de la capacidad de la Gran Manzana para hacer los test de coronavirus y tratar a las víctimas de la temible enfermedad, desplegando planes para lanzar cinco centros de pruebas de manejo y dedicar 8.300 camas de hospital para el tratamiento.
«Esta será una carrera contra el tiempo para crear estas instalaciones y ponerlas en funcionamiento; …No tenemos más remedio que expandirnos rápidamente y estar preparados para cualquier cosa».», dijo de Blasio.
Agregó el alcalde que la capacidad de prueba ampliada se mantendría reservada para casos prioritarios: personas mayores con síntomas, personas que han regresado de puntos críticos mundiales y personas con afecciones preexistentes como diabetes, enfermedades cardíacas o pulmonares.
San Francisco acaba de decretar el toque de queda, que afectará a unas siete millones de personas a las que no se les permitirá salir a la calle, a no ser de que sea para algo de primera necesidad o de suma urgencia. Afectará a los condados de la Bahía de San Francisco y los habitantes de los condados Alameda, Contra Costa, Marin, San Francisco, San Mateo y Santa Clara, así como la ciudad de Berkeley.
Se mantendrán abiertos los bancos, las gasolineras, las oficinas oficiales y gubernamentales y los supermercados. La distancia en las colas de los supermercados debe de ser de seis pies de distancia.
La ausencia de tratamiento y vacunas obligan al aislamiento en todos los países. Se recomienda comprar alimentos básicos, sin almacenar cantidades exageradas porque provocan alarma y desabastecimiento. De momento, el presidente Trump ha decretado una cuarentena nacional y ha manifestado que esta situación puede extenderse hasta agosto próximo.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, confirmó que las guarderías de toda la ciudad también deberían cerrar, ya que los funcionarios de la ciudad intensifican sus esfuerzos para frenar la propagación de la pandemia de coronavirus. También anunció que los negocios no escenciales como barberías, salones de belleza, etc., deben cerrar sus puertas.
Los casinos, cines, gimnasios y teatros ya están cerrados en Nueva York y New Jersey. Ayer ordenó el cierre de todos los bares y restaurantes -solo permitirá comida para llevar o entrega a domicilio-, así como el de todos los locales de ocio nocturno, en el marco de la lucha de la Gran Manzana por afrontar la creciente pandemia de coronavirus.
Las restricciones significan que los bares, cafeterías y restaurantes deben cerrar sus comedores y solo podrán atender a clientes de comida para llevar o completar pedidos de entrega. Nueva York ha dispuesto que los clubes nocturnos, cines, salas de conciertos y salas de juegos cierren, lo que las autoridades ya ordenaron en el caso de los espectáculos de Broadway.
«Este virus puede propagarse rápidamente a través de las interacciones cercanas que los neoyorquinos tienen en lugares donde nos sentamos juntos», dice la declaración de Blasio, que asevera: «Tenemos que romper ese ciclo».