Personaje: ¡BRAVO! Fernando, 42 años retratando a la comunidad latina de Queens
La primera cámara de Bravo en Guayaquil era de juguete, pero en Nueva York compró su primera cámara, una Kodak, en la época en que no se veían latinos en Queens
New York. Mauricio Hernández. Uno de los primeros juguetes de Fernando Bravo fue una cámara de fotografía, cuando apenas tenia seis años. “Acompañaba a mi tío desde niño; él era fotógrafo y tenia una moto. Ibamos a todas partes hacienda fotos; yo hacía lo mismo que mi tío, lo imitaba”, nos dijo este guayaquileño que llegó a Nueva York en 1968, sin olvidar su cámara de juguete.
“De niño, me gustaba ir a los parques con mi cámara de juguete. Y retrataba y retrataba”, nos confesó este fotógrafo, padre de doshijos y abuelo de tres nietos, que ha fotografiado a tres generaciones de su familia y que hoy, más de 50 años después, sigue retratando y retratando. Bravo, a sus 65 años, ha asimilado la tecnología, “sin olvidar el arte de la antigua fotografía”, nos insistió.
Su madre, que Vivía en la 90 con Roosevelt Avenue en los años sesenta, se trajo a toda su familia, incluido él. “En esa época no habían hispanos en el sector, no había nadie”, dice sonriendo Bravo, un ser humano que emana paz y sosiego. “Soy de los que comparten con las personas, y no de los que compiten con ellas”, agrega.
Hoy (sesenta años después), el vecindario de la casa de su madre joven ha cambiado el ciento por ciento, y los latinos son mayoría.
Trabaja como fotógrafo independiente por cuatro décadas. Ha sido duro?
Ha sido lo más bonito, pues depende de uno mismo todo y hace las cosas al gusto de uno. Uno va a donde quiere, no tiene horarios, salvo los que tu te fijas, de acuerdo a su interés.
Nació en Guayaquil (Ecuador), pero su abuela era de Manizales (Colombia). Ha fotografiado a tres generaciones de su familia. “Le doy gracias a Dios por darme salud, por mantenerme con vida y de poder seguir haciendo lo que me gusta hacer, fotografiar”, puntualizó Bravo, cuyo sueño es “ver a nuestros países juntos y tratar de ayudar a quien necesite para que todos podamos tener éxito en la vida.”
Personajes y personalidades reconocidas lo distinguen, pues lleva retratando a la comunidad por más de cuatro décadas, y por lo que ha recibido varios diplomas en la Ciudad de Nueva York.
Me gustaría fotografiar nuestros países, son muy bellos y hay que saberlos cuidar. Allí nacimos muchos, de allí son nuestras raíces, nuestros ancestros.
Qué es lo que más le ha impactado en estas cuatro décadas de fotografía?
Todos los días pasan muchas cosas. Me motiva para trabajar con la comunidad. Estuve todo octubre en el Valle del Cauca y me impactaron los cambios de colores en los atardeceres, sus montañas, con la exhuberante naturaleza, la artesanía.